martes, diciembre 20, 2005

El pensador va al Cine

Esta historia la tenía guardada en mi Computador. Como es antigüa, lamentablemente no tengo el autor, a quien agradezco a pesar de su anonimato, algunas frases y enseñanzas muy bien elaboradas...
El Pensador va al cine

Patch Adams está inspirada en la historia de un medico norteamericano que un día decidió hacerse médico al descubrir que sus propios problemas desaparecían ayudando a los demás a solucionar los suyos, usando la risa como método de curación. El usar su método implica convertirse en una especie de payaso curador que entabla amistad con sus pacientes y les sana, no solo física, sino también emocionalmente.
Para nosotros que hoy conocemos acerca de endorfinas y somatización, un método como éste tiene mucho sentido (tanto que su clínica es todo un éxito hoy en EEUU), pero en la época en que Patch Adams estudió medicina (finales de los 60 y principios de los 70) su sueño le trajo bastantes problemas y estuvo cerca de no poderse graduar.
En la historia, Patch Adams sufre la oposición del decano de la facultad de medicina, quien no está de acuerdo con que haya interés personal de los médicos en los pacientes y menos con que un estudiante de primer año esté tratando pacientes sin permiso. El modelo mental que rige al decano Walcott está resumido en una de sus frases: "Los pacientes no quieren un amigo, quieren un médico", este modelo no cambia a pesar de los sorprendentes resultados que Patch Adams obtiene con su método.
Tan patético como el decano, es el compañero de cuarto de Patch Adams, Mitch. Este es un estudiante que se ha graduado con los máximos honores en su escuela secundaria y viene a hacer lo mismo estudiando medicina, no va a defraudar a sus padres, por lo se dedica a estudiar tenazmente, en contraste con Patch Adams quien es relajado y no se sujeta a las normas, esto hace nacer un rencor sordo de Mitch hacia Patch.
Estos que el cine nos presenta como los villanos de la película, no son siquiera fruto de la imaginación de un escritor, son la caricatura de lo que muchos de nosotros somos gracias a la forma en que hemos sido formados por nuestros padres, profesores, amigos hasta que nos seguimos formando nosotros mismos. El caso es que terminamos confundiendo nuestra identidad con lo que buscamos ser; buscamos convertirnos en médicos, abogados, economistas, cantantes, astronautas, lugares que la sociedad ha destinado para nosotros si queremos llegar a ser alguien en la vida.
¿Que es lo que está mal con la forma en que funciona y ha funcionado por largo tiempo nuestra sociedad?
Primero, estamos negando el valor de las personas porque no alcanzan un título, lo que no nos hace muy diferentes de los nazis o xenófobos.
Segundo, nada garantiza que quienes logremos alcanzar los preciados títulos cumplamos la función para la que se supone estamos calificados, y peor aun, comenzamos a ver todo intento de mejora a nuestra labor como un ataque a nuestro título. Nos preocupa más que nos vean como "buenos profesores" en lugar de enseñar bien; queremos tener imagen de buenos abogados en lugar de hacer justicia a los inocentes. En resumen, quedamos convertidos en incompetentes calificados (pero eso sí, nadie sabe más que nosotros).
Tercero, desaprovechamos el potencial de nuestra juventud, al tratar de adaptarlos a modelos sociales que no se corresponden con el espíritu soñador de un niño, nos preocupamos más por asegurarles un futuro rentable que un futuro satisfactorio.
Cuarto, dejamos de aprender. Al tratar de defender nuestra posición negaremos nuestras falencias y nuestra imposibilidad inherentemente humana de saberlo todo, las mismas que más adelante nos llevaran al fracaso cuando sean irremediables. Al buscar conservar el "Statu Quo" nos estamos arriesgando a que un día el mundo haya cambiado tanto que no estemos adaptados a él.
¿Qué nos hace comportarnos de esta manera? Para muchos, el alcanzar una posición es la forma en que creen que van a superar los atropellos que alguien con posición superior les ha cometido. Pero el factor más influyente es nuestra falta de conciencia de sistema (pensamiento sistémico). Ignoramos que hacemos parte de estructuras más importantes que nuestra posición.
Si se pregunta a una secretaria de una fábrica de automóviles qué es lo que hace, lo que todos esperamos que diga, y seguramente dirá es "soy secretaria de una fábrica de automóviles". Esta respuesta, que a todos nos parece normal, es inclusive incorrecta gramaticalmente, pues preguntamos con el verbo "hacer" y nos respondieron con el verbo "ser". La respuesta que nadie esperaría, pero que es la correcta desde el punto de vista sistémico, es "hago automóviles". Tal vez ella misma no sea consciente de que su pequeña posición en el sistema es necesaria en él y que sin ella sería difícil hacer un automóvil.
¿Cómo modificar este escenario? La clave está en las visiones personales. Todos tenemos sueños diferentes a ocupar una posición: inventar algo, ir a algún lugar, tener una familia, todas son cosas que van más allá de un simple título, que al fin de cuentas no importa mucho si logramos nuestro sueño. Debemos buscar hacer cosas, pequeñas o grandes, que nos satisfagan más que el hecho de ser alabados por cumplir modelos sociales que no se ajustan a nuestra visión del futuro. Patch Adams quería ayudar (verbo), no ser simplemente un médico (sustantivo), el ser doctor era solo un escaño para realizar su sueño.
No temamos buscar el "hacer" más que el "ser". Todavía nos faltan inventos, aun hacen falta nuevas profesiones, todavía hay espacio para quedar grabado en la historia o simplemente para cumplir un pequeño sueño.
" No temas dar un gran paso si hace falta. No puedes cruzar un abismo de dos saltitos."