martes, diciembre 20, 2005

Emprendimiento e Innovación para el crecimiento sostenido

A continuación transcribo un artículo de el Mercurio escrito por Jose Pablo Arellano, economista y ex ministro de educación en Chile, acerca del emprendimiento e innovación para el crecimiento sostenido. Vale la pena destacar que resalta la necesidad de una mayor participación privada en las iniciativas de Innovación; también implícitamente se da por sentado que las iniciativas de Innovación debe tener como fin último la comercialización de productos (aunque suene evidente, ya que esto requiere una mancomunión entre ciencia y tecnología, sector público y privado) y también rescata el concepto de propiedad intelectual. Por último es importante, y quizás no lo menciona explíctamente, la estrecha relación que puede existir entre productividad e innovación, tal como se mencionó en el post anterior. De hecho da cifras bastante decidoras de aumentos de productividad en algunas industrias en Chile y cómo la productividad es un factor esencial para el crecimiento económico. aqui va el artículo:
Chile ha crecido de manera casi ininterrumpida y a un ritmo desconocido en nuestra historia pasada durante los gobiernos de la Concertación.Para crecer ha sido muy importante la estabilidad macroeconómica, resultante de una política fiscal y monetaria responsable. Esto ha reducido el impacto de las crisis externas y ha disminuido el riesgo país y con ello el costo del financiamiento para las inversiones. Este menor costo y la mayor confianza en el país y su futuro han elevado la inversión, requisito indispensable para crecer.Estabilidad, inversión y capacitación han contribuido a elevar el crecimiento, pero ello no explica todo. Se evidencia durante estos años una continua mejora en la productividad de los recursos. En el cobre, por ejemplo, la productividad por trabajador de Codelco se elevó de 47 a 96 toneladas entre 1992-94 y 2003-05, en parte por los mejores equipos producto de las inversiones.La mayor eficiencia no es sólo productiva. En ese período los accidentes se redujeron de 8 a 3,9 por 10 mills. de horas hombre. En la salmonicultura a fines de los años 80 se necesitaban 2,8 kilos de alimento para producir un kilo de salmón, los que se redujeron sistemáticamente con un mejor manejo hasta requerir sólo 1,25 kg, actualmente. Un trabajador agrícola alcanzará este año un rendimiento 2,5 veces superior al de 1987 gracias a las mejores variedades, nuevas maquinarias y fertilizantes, obras de riego y mejor manejo de la tierra.Así podríamos seguir recorriendo los distintos sectores productivos y en todos registraríamos la mayor productividad. En su conjunto cerca de 3% del crecimiento anual del país se explica por el aumento en la productividad. El camino que viene por delante, para crecer de manera sostenida requiere perseverar en lo que estamos haciendo.Pero surge un nuevo desafío o, más bien, la posibilidad de pasar a una nueva fase de desarrollo. Una vez que los países han hecho lo anterior ponen cada vez más énfasis en el emprendimiento y en la innovación. En el futuro no podremos descansar sólo en las tecnologías ya desarrolladas en otros países. Sin duda conviene seguir transfiriendo tecnologías disponibles, porque no hay que reinventar la rueda. Para ello se requieren competencias especiales: debemos mejorar las capacidades para identificar nuevas tecnologías (antena tecnológica), competencias para negociar (propiedad intelectual) y fortalecer las capacidades nacionales para adaptar esas tecnologías a las realidades locales. Esto es especialmente cierto cuando se trata de recursos naturales, ya que las condiciones locales son particularmente relevantes.Se requiere una nueva etapa de desarrollo tecnológico e innovación especialmente en aquellos campos en que por ser líderes a nivel mundial estamos en la frontera tecnológica. Para avanzar en estas áreas necesitamos hacer nuevos desarrollos, ya que la nueva tecnología todavía está por desarrollarse en el mundo. Este es el caso de la acuicultura, la minería, la viticultura, y en la biotecnología para frutas y bosques.Se trata de desarrollar tecnologías que no sólo se conviertan en fuente de competitividad para los bienes y servicios que exportamos sino que la propia tecnología que desarrollemos se convierta en una exportación y en una fuente de ingresos y empleos. El desarrollo tecnológico y la innovación en esos casos nos permitiría captar la ventaja y el premio de ser los primeros y en algunos casos la posibilidad de vender conocimientos aplicados.Ese es el camino que están recorriendo los países de altos ingresos. Es la etapa más avanzada del desarrollo productivo.La pregunta ahora es cómo hacerlo. Lo primero es proponérselo e ir construyendo una estrategia para lograrlo. Una estrategia que se construye de manera cooperativa entre los principales actores, esto es, sector público, empresas, académicos y especialistas, emprendedores.¿Qué se requiere?En una estrategia de emprendimiento e innovación necesariamente deben estar los siguientes elementos:Elevar el esfuerzo -la inversión- que hace el país en materia de adopción, difusión e innovación tecnológica, incrementando su rendimiento. Chile está bajo el promedio que corresponde a su actual ingreso per cápita y debiera estar invirtiendo varias veces más. Esto nos da una oportunidad para que al expandir las inversiones lo hagamos en base a los mecanismos más eficaces y productivos. Debemos tener en cuenta que la mayoría de los países están en proceso de elevar las inversiones en I+D (Investigación y Desarrollo). La U. Europea, por ejemplo, se ha propuesto elevar de 1,9% a 3% del PIB en 2010 la inversión en I+D. Chile invierte menos de 1%.Necesitamos conseguir que el sector privado participe activamente en este aumento del esfuerzo en I+D, ya que comparativamente es donde hay mayores insuficiencias.Coordinación público-privada, academia-empresa: Se debe revisar la institucionalidad de manera que permita fortalecer la coordinación.Debemos pasar de esquemas donde las actividades de I+D se originan desde la oferta de tecnología e investigación a uno donde el motor sea la demanda y los mercados que orientan las oportunidades de innovación.Hay que crear fondos de capital semilla que faciliten la formación de nuevas empresas a partir de desarrollos tecnológicos. Para ello se requieren recursos y sobre todo know how, para saber seleccionar y monitorear aquellos proyectos que tienen verdadero potencial.Hace falta desburocratizar el desarrollo de nuevas empresas y reconocer la importancia del ensayo y error; de cada 100 nuevas ideas quizás sólo una se convierta en una empresa exitosa.Atracción de inversiones: Una manera para elevar la inversión en I+D es conseguir que las grandes empresas que realizan la mayor parte de ella (600 empresas globales de la OECD hacen el 50% de la inversión mundial) localicen alguna de sus operaciones a nuestro país."Necesitamos conseguir que el sector privado participe activamente en este aumento del esfuerzo en I+D".